COVID-19: Cómo asegurar el aprendizaje de los niños sin acceso a Internet

Anna Vohlonen, especialista de Educación de UNICEF Ecuador, brinda algunas pautas y consejos para educadores y padres de familia.

UNICEF Ecuador
COVID-19: Cómo asegurar el aprendizaje de los niños sin acceso a Internet
UNICEF/ECU/2019/Arcos
04 Mayo 2020

En Ecuador, solo el 37 por ciento de los hogares tiene acceso a internet, lo que significa que 6 de cada 10 niños no pueden continuar sus estudios a través de plataformas digitales. La situación es más grave para los niños de zonas rurales, solo el 16 por ciento de los hogares tiene este servicio.

No obstante, en el país 9 de cada 10 hogares sí cuenta con televisor o teléfono celular, lo que supone una alternativa para llegar a los niños a través de estos medios. Anna Vohlonen, especialista de Educación de UNICEF Ecuador, cuenta cómo se pueden utilizar estos mecanismos y otras herramientas para asegurar que los niños continúen aprendiendo dentro de este contexto.

El objetivo es que la educación no se detenga, debido a la emergencia sanitaria. Esto supone un reto y una oportunidad para repensar la educación y plantear propuestas y otras formas de enseñar.

UNICEF Ecuador

¿Qué pueden hacer los docentes y los padres de familia para que los niños que no tienen acceso a internet sigan aprendiendo? 

La educación no se trata solamente de las asignaturas. Los niños pueden aprender de diversas maneras. En este sentido, se recomienda a las familias y los docentes, en la medida de lo posible, promover el juego, la lectura, el arte y la escritura, y fomentar actividades de investigación y experimentos, ya que estas actividades contribuyen positivamente al aprendizaje de los niños.

Se aconseja también que las familias incentiven actividades que puedan hacer juntos en el hogar como cocinar, limpiar y organizar la casa. A su vez, para las familias que viven en el campo, o tienen un patio o terreno, pueden cultivar en los niños conocimientos sobre la naturaleza y seguridad alimentaria. Este tipo de actividades permiten construir proyectos de vida y desarrollar las habilidades y capacidades que cada ser humano tiene.  

Los niños también pueden seguir aprendiendo mediante la franja educativa Educa TV que se transmite diariamente de 15 a 16 horas por todos los canales nacionales de Ecuador.

El papel del docente es crucial en este contexto. Es importante que los docentes puedan hacer seguimiento de las actividades que están realizando los estudiantes, les envíen material práctico para hacerlo en casa a través de mensajes de voz y texto, podcasts y que mantengan una comunicación frecuente con sus alumnos para brindarles apoyo.

¿Cuál es el papel de la educación y los docentes durante la emergencia sanitaria? 

La tarea principal de la educación es contribuir al bienestar integral de los estudiantes. Por un lado, el docente juega un rol importante en la transmisión de mensajes para prevenir la propagación del virus, como son el lavado de manos y prácticas de higiene. Pero, a su vez, contribuye a difundir mensajes de prevención de violencia, discriminación a causa del virus, y ayuda a promover una buena salud mental.

Para que los niños se apropien de estos mensajes, el docente debe ingeniar programas de aprendizaje alternativos y actividades pedagógicas de acuerdo con la edad, cultura, lengua y territorio de sus estudiantes.

Una vez se supere la emergencia, se requerirán estrategias de nivelación para cerrar la brecha que se generará en los aprendizajes curriculares específicos. Sin embargo, en estos momentos, la prioridad es el bienestar físico y emocional de los niños.   

¿Cómo se puede evitar el estrés en los niños y las familias? 

Los niños y las familias pueden estar viviendo situaciones de estrés como consecuencia de la inestabilidad económica, el miedo al contagio del virus, el confinamiento y las altas cargas académicas que algunas instituciones educativas han implementado en este tiempo. 

La educación en emergencia no constituye la continuidad de un plan curricular regular. Los deberes o tareas que se envíen deben ser un refuerzo de lo que ya aprendieron. No se debería sobrepasar las habilidades y capacidades de los niños con temáticas que aún no han aprendido.

A su vez, esto puede ser una fuente de estrés para los padres que no tienen el nivel educativo necesario para apoyar a sus hijos con este tipo de tareas.  

El docente debe asegurarse que el contenido que se envíe a los estudiantes este adaptado a la edad, género, etnia y discapacidad si la hubiera.

Tanto los docentes como los padres deben alentar a que los niños y niñas hagan preguntas y compartan sus inquietudes sobre la emergencia por el COVID-19.

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